Ruta: [Viaje turístico privado]
El primer viaje para iniciar a conocer mi país, fui al río Lempa en Citalá, justo en la frontera de Honduras es una experiencia muy grata saber que puedes cambiar de país solo caminando un
par de pasos. En Diciembre el río tenia poca profundidad y tiene muchas piedras. Pasamos junto al parque, es muy bonito, clima templado pero es mas cálido de lo que yo esperaba.
Respecto al Río, Citalá es el primer municipio de El Salvador que es bañado por el Río Lempa, pero recomendar que en la época de Diciembre este río esta con un caudal muy bajo, profundidad no tal alta y solo hay ciertas zonas donde su profundidad logra llegar a 1.50Mts. Lo bueno de esto, lo que antes era río ahora sirve de estacionamiento.
La altura de este puente no solo nos cuenta, la altura que tuvo el Lempa en sus tiempos de juventud, sino que también nos marca una división entre El Salvador y Honduras, solo caminas un
poco y ya estas en el país vecino.
Un viajero principiante (como yo) pensaría que Citalá es un lugar demasiado frío, pero "frío, frío como agua de río", no lo es, es ligeramente fresco en algunas partes, al menos en el
día; a las 2:00 am probablemente sea un infierno helado, pero eso no lo constaté, lo rico es que a las 12:00 no te molesta tanto el sol.
Toboganes no vas a encontrar, para divertirnos solo tuvimos un pedazo de puente de piedra que habían demolido. Subíamos a cómo podíamos (porque no creas que habían gradas) y hacíamos
distintos tipos de saltos para terminar cayendo en la parte más profunda del río (1.5mts).
La rama no está tan cerca del puente como se ve en la foto, de hecho uno de nuestros juegos era intentar agarrarse de la rama al tirarse del puente (si, tipo tarzán) lo malo es que cuando
alguien logro alcanzar un trozo de rama, esta no soportó y se quebró cayendo ridículamente al río
Fue un viaje muy lejos de ser ostentoso, en un municipio rural con gente adorable y varias con ojos color gris y pelo color castaño claro; pero con gran potencial para divertirte con tu
propia creatividad y redescubrir que la diversión no se compra, ni se paga, lo que pagas es el derecho de utilizar las ideas para divertirse que se ocurrieron a otra persona.
Acá dejo algunas imágenes:
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